El paciente llega al gimnasio fisioterapéutico con limitación al
flexionar y extender la rodilla después de ser operado de una lesión en el
ligamento cruzado anterior.
Su tratamiento inicial es con hielo,
estimulación eléctrica, magneto y movilizaciones pasivas asistidas,
estiramiento de isquiotibiales. Después se realiza ejercicios propioceptivos
con balón y una reeducación de la marcha.
Para la segunda semana el arco de
movimiento de la rodilla ha mejorado y se realizan todos los ejercicios
anteriores más un fortalecimiento con bandas elásticas, una rutina de
ejercicios en la bicicleta estática y ejercicios de sentadillas y a la tercera
semana todos los anteriores ejercicios más ejercicios de equilibrio en busu y
subida y bajadas de escalera.
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